Proyecto educativo

Nuestro proyecto educativo se inspira en el espíritu de San Francisco, de Madre Paula y de su tradición. Confiando en la capacidad transformadora de la educación, pretendemos conducir a nuestros alumnos hacia un modelo existencial fundamentado en el Evangelio.

  • OFRECEMOS una enseñanza «con estilo propio», que promueva el desarrollo de las capacidades de cada uno de los alumnos, donde el educador sea el mediador, sabiendo que nuestra acción es una acción que pretende apoyar, sugerir, orientar, dejar caminar hacia la libertad, facilitando que cada alumno sea el protagonista del aprendizaje.
  • ORIENTAMOS la vida de los alumnos desde los «valores del Evangelio».
  • INTENTAMOS formar personas competentes, no competitivas, fomentando las actitudes fraternas.
  • CULTIVAMOS la educación moral de los alumnos desde la triple dimensión personal, comunitaria y social. Esta educación enraizada en el Evangelio, se orienta a promover la fraternidad, la solidaridad, la justicia y el compromiso.
  • PERMANECEMOS en actitud de renovación en lo que se refiere a la formación humana y cristiana, para ayudar a los alumnos a que descubran sus aptitudes y limitaciones y lleguen a ser una respuesta al concepto de hombre que pide hoy la sociedad y la Iglesia
  • DESARROLLAMOS progresivamente el sentido crítico de los alumnos.
  • PRETENDEMOS que los alumnos adquieran hábitos intelectuales y técnicas de trabajo, así como conocimientos científicos, técnicos, humanísticos, históricos y estéticos.

 

NOS PROYECTAMOS más allá de la actividad académica y potenciamos el uso formativo del tiempo libre, la organización de grupos, la práctica del deporte y otras aficiones.

En coherencia con estos principios, nuestra acción educativa tiene como finalidad ayudar al crecimiento y maduración del alumno en sus tres dimensiones: personal, social y trascendente.

  1. Personal .- Formamos hombres en una libertad responsable.
    Espíritu crítico y creador que nos capacite para discernir y afrontar nuevas situaciones.
    Educamos en el sentido del deber y del trabajo, como enriquecimiento de la propia persona y aportación a la sociedad.
    Creamos hábitos de estudio y superación personal.
  2. Social.- Fomentamos el espíritu de convivencia en un ambiente pluralista.
    Actitud participativa y de colaboración en el ámbito familiar, escolar y social.
  3. Trascendente.- Enraizamos en Jesucristo los valores y el clima de nuestra educación.
    Compartimos activamente la misión evangelizadora de la Iglesia.
    Pretendemos un diálogo entre fe y cultura configurado por la vivencia cristiana y mariana.
    Seguimos con respeto el desarrollo personal de nuestros alumnos en su crecimiento en la fe.

 

Educación en valores. Son nuestros referentes evaluadores de calidad humana y cristiana. Dan la oportunidad a los alumnos de crecer en todos los ámbitos de la persona. Los profesores dinamizan el proceso de maduración del alumno en: el respeto, la solidaridad, la fraternidad, la justicia, la paz, la alegría, la libertad, la tolerancia, la generosidad, el compañerismo, la autoestima y la sencillez.